
La recaída no es solo el momento en que vuelves a consumir.
¿No lo sabías? te lo explico. La recaída comienza bastante antes (días e incluso semanas) y lo más peligroso es que ni siquiera lo verás venir. Las recaídas no forman parte del proceso, es decir, cuando un adicto en recuperación vuelve a consumir es porque NO está haciendo el proceso correctamente.
A nivel fisiológico, durante el proceso de recuperación, nuestro cuerpo experimenta una bajada de dopamina muy brusca y esto se debe a que el cerebro está acostumbrado a grandes cantidades artificiales de dopamina que son las que se obtienen a través de la sustancias. Cuando estamos en abstinencia este sistema de recompensa queda desregulado.
Una vez que ya estamos en el camino de salvación, vamos cambiando todo lo que hacíamos hasta ahora, incorporando nuevas actividades que generan dopamina de forma natural en nuestro cerebro . Pero ¿como sabemos que estamos a punto de recaer? He aquí donde hay que prestar más atención a estos síntomas.
Después de un tiempo de abstinencia de pronto vuelves a experimentar lo siguiente:
Insomnio, es la señal del que sistema nervioso está alterado, nos cuesta bastante conciliar el sueño o mantenerlo de manera continuada.
Ansiedad, otra vez de vuelta, entras en estado de alerta sin motivo real y es que tu cerebro aún está aprendiendo a generar dopamina y serotonina de forma natural y estable.
Sudor, sistema simpático cerebral activado,esta es la muestra de tu batalla más dura interna entre tu cuerpo y tu mente y es constante y perseverante.
Envuelto en la confianza que te genera está embarcado en el proceso de recuperación, pasas por alto detalles como estos:
Aislamiento, tu sistema emocional aún tiene problemas para regularse y ante una situación tensa o que no sabes gestionar, te apartas excusandote que hoy no es un buen día.
Dejas la rutina, ¿qué importancia tiene no hacerte la cama un día? ¡Mucha! Le estás transmitiendo a tu cerebro que puede saltarse las normas, que un día es un día y no pasará nada.
No comunicar, hoy no tengo un buen día, pero tampoco es necesario estar preocupando a nadie. Presta atención a estas "negaciones emocionales". Si hoy no te encuentras con fuerzas, con ganas o con ilusión, lo comunicas a las personas de tu entorno, a tus terapeutas o alguien de confianza. Recuerda que pensar que "puedes solo", puede traer bastante frustración detrás de sí.
Es muy importante que sepas que no estamos hablando de falta de voluntad, es un proceso muy difícil. Y si ante todos estos avisos igualmente vuelves a consumir, no te hundas en la culpa, en el remordimiento o en el dolor. Se que te sentirás la peor persona del mundo, que te has fallado a ti y a los que creían en tí. Se que piensas que no mereces seguir viviendo y que solo haces sufrir a las personas que están a tu lado. Pero agarra toda esa rabia y dale la vuelta a lo que a pasado. Usa ese dolor para aferrarte a la salvación.
No podemos justificar la recaídas, pero tampoco podemos castigarnos. No te quedes parado, hay que avanzar.
Repasemos una vez más las señales de alerta. Insomnio, sudores, tristeza, ganas de aislarte, ansiedad, desmotivación....
¿Y que podemos hacer ?
Hablar con alguien de confianza, en terapia o con alguna persona que te sepa escuchar.
No abandones tu rutina de recuperación, actividades deportivas, lecturas, meditación o buena alimentación.
No te aísles, rodéate de personas que te aporten seguridad.
Haz un diario de emociones, escribe como te sientes, saca lo que tienes dentro, evita acumular los conflictos sin resolver y sobre todo pide ayuda.
LA RECAÍDA VIENE EN SILENCIO, pero va dando señales.
Aquel que decide embarcarse en el camino de la libertad, es un valiente.
Añadir comentario
Comentarios