¿Porqué jugamos?

Publicado el 16 de abril de 2025, 12:02

Jugar es apostar un valor (casi siempre dinero) para obtener un beneficio, cuando este comportamiento se repite pasa a ser juego problemático. Llega a convertirse en hábito con indeseables consecuencias como el endeudamiento, problemas relacionales y conflictos interpersonales, que suelen ser graves. Un estadio más alto es el denominado trastorno del juego o juego patológico, que se define como un comportamiento problemático persistente y recurrente que conduce a un deterioro y puede tener un impacto severo en el bienestar personal,así como provocar problemas financieros. 

Tanto los familiares como los propios sujetos se preguntan por qué el ludópata no puede parar de jugar.  Una poderosa razón es el vacío existencial, la incapacidad de gestionarse, las creencias que tienen instauradas sobre el/ la jugador/a.. El jugador adicto alterna momentos de lucidez en el que quiere abandonar su hábito y es consciente de la problemática, con momentos en los que pierde el sentido de lo que pasa en su interior engañandose a si mismo con la creencia de que solo se siente mejor si apuesta más y solo se siente bien si por casualidad gana y así puede resolver sus problemas de deuda que le ha causado jugar, porque solo jugando es capaz de dejar de sentir que es la peor persona  porque a pesar de que sabe que está mal, no puede parar de jugar y no domina sus pensamientos. 

¿Te has echo un lío al leerlo?? Pues así funcionan sus cerebros adictos.

El cerebro te pide dopamina, tus creencias te llevan a pensar que lo único que te va a hacer sentir bien es jugar o apostar, anulandote la posibilidad de emprender cualquier actividad que te haga sentir bien de manera natural. Además tú baja autoestima o poca valía autoimpuesta por tí mism@, te impide pensar en una alternativa para resolver tus problemas financieros creados por el juego que no sea un golpe de suerte en la tragaperras o en el bingo. 

Y si además consumimos otras sustancias, es el cóctel perfecto. Jugamos por la probabilidad de ganar, así podemos comprar alcohol o sustancias con ese dinero y la familia no tiene porque notar la pérdida económica y como casi nunca ganamos y el plan no sale bien, pues nos sentimos fatal y la única forma de calmar ese dolor de lo que acabas de hacer es consumir. Y al final volvemos al mismo punto. Hemos apostado, hemos perdido, hemos consumido, a menudo nos han descubierto, y volvemos a crear más problemas que somos incapaces de gestionar y que la única forma de aliviar, es comenzando de nuevo el bucle de jugar. ¿Es que eres un vicioso/a verdad?? 

No, es el mismo problema de adicción. Fallo en el receptor dopaminergico, incapacidad de gestionar problemas o emociones, creencias limitantes y no saber resolver conflictos. Pero además  te digo que la capacidad o incapacidad no es tu culpa, habrá personas que tengan un talento innato de altas capacidades pero son más la veces que esto se aprende y se adquiere con el tiempo, la educación,el entorno, los iguales...

Cambia tus creencias de tí mism@, puedes aprender a a ser muy capaz o puedes aprender a vivir con tus limitaciones, pero lo más bonito que nos puede pasar es aprender a vivir sin ser esclavos de conducta o sustancia.


Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios

Crea tu propia página web con Webador